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El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de la OCDE, creado en 1997, representa un compromiso por parte de los gobiernos de los países de la OCDE para medir los resultados de los sistemas educativos sobre el rendimiento del alumnado, dentro de un marco común y acordado a nivel internacional. Este programa nace como respuesta a la pregunta “¿Qué consideran los ciudadanos que es importante saber y ser capaces de hacer?”.

PISA, cada tres años, mide a través de una evaluación muestral hasta qué punto el alumnado de 15 años cumplidos de los países o regiones participantes, hacia el final de la educación obligatoria, ha adquirido conocimientos y destrezas claves que son esenciales para la plena participación en las sociedades modernas.

La evaluación se centra en las competencias de ciencias (incluyendo Biología, Geología, Física, Química y Tecnología), comprensión lectora y Matemáticas; aunque, en cada edición, una de ellas se evalúa de forma más exhaustiva. Además de las anteriores competencias troncales, se evalúa el rendimiento del alumnado en un área innovadora.

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Los marcos conceptuales delimitan lo que se intenta medir a través de las pruebas PISA, y definen, en el caso concreto de la competencia lectora, la capacidad de los estudiantes de comprender, emplear, valorar, reflexionar e interesarse por los textos escritos para alcanzar unos objetivos, desarrollar el conocimiento y participar en la sociedad.

De PISA 2009 a PISA 2018, los estudiantes de la OCDE dicen leer menos por placer (5% menos) y leen menos libros de ficción, revistas o periódicos. Sin embargo, leen más para atender sus necesidades prácticas (p. ej., horarios de transportes, espectáculos, recetas, consejos…). Además, en 2018 hay más estudiantes que en 2009 que consideran la lectura como “una pérdida de tiempo”, siendo este incremento de un 5% de media en los países de la OCDE.

Desde la edición de 2012, Extremadura participa en PISA con muestra ampliada, es decir, con un volumen de alumnado y centros educativos participantes que permite tener resultados representativos a nivel regional, y su comparación con el resto de países/regiones/economías participantes.

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En PISA, los resultados también se presentan en función del porcentaje de alumnos que alcanzan diferentes niveles de competencia establecidos para cada área objeto de evaluación. Los niveles de rendimiento se definen según el grado de dificultad que presenta el dominio de las actividades a las que se enfrentan los estudiantes. Habitualmente, se distinguen niveles bajos, medios y altos.

En la siguiente tabla se muestran los porcentajes de alumnado por niveles de rendimiento, comparando los datos obtenidos en Extremadura con las medias de España y la OCDE.

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Como puede comprobarse, el porcentaje de alumnado extremeño situado en niveles de rendimiento bajos es superior a la media española, si bien, estas diferencias están disminuyendo en el tiempo, como se muestra en el gráfico 13.

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Aunque la tendencia que se ha visto indica una mejora en los resultados del alumnado extremeño en las pruebas PISA, es también indudable que queda camino por recorrer para que el porcentaje de alumnado en niveles bajos de rendimiento en comprensión lectora sea muy inferior al actual y similar al de España y la OCDE.

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PISA no sólo evalúa si el alumnado puede reproducir el conocimiento, sino que, además, examina el modo en que el alumnado puede extrapolar a partir de lo que ha aprendido y si puede aplicar ese conocimiento en entornos desconocidos, tanto dentro como fuera de la escuela.

Esta evaluación recaba información sobre el contexto familiar del alumnado, sus enfoques y entornos de aprendizaje, mediante la cumplimentación de cuestionarios por parte del alumnado, su familia, la dirección y el profesorado de los centros en los que estudia.

En cada ciclo del estudio se valora una competencia más en profundidad, que ocupa la mitad del tiempo total en la prueba. La competencia principal en 2018 fue la lectura, al igual que en los años 2000 y 2009.

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La evolución de los resultados, desde que Extremadura participa con muestra ampliada, nos indica que se está reduciendo, con intensidad, el diferencial entre los obtenidos en Extremadura y los correspondientes tanto a la media española, como a la puntuación media de los países de la OCDE participantes en PISA, como se muestra en el gráfico 12.